Gracias a este señor que escribio su memoria sabemos que el construyó el campamento militar.
“Me llamo José Barajas Galiano y a mis noventa y un años voy a contar mi historia ahora que la ausencia del miedo me lo permite”.
Libro: Batallones disciplinarios (Esclavos del Franquismo). Se edito en el 2007.
Nos llevaron para hacer un campamento para militares que creo que todavía hoy existe, en Facinas. Allí estuvimos cerca de un año. El tramo de carretera que llevaba al campamento, también la hicimos nosotros.
Cuando llegamos allí el jefe del campamento preguntó a mi superior si tenía a alguno que supiera algo de carreteras y me llamaron a mí y me dijeron que era lo que tenía que hacer. De algo me sirvió lo que me había enseñado el sargento de Lesaka.
Había que echar las piedras y picarlas. Luego venía la máquina de planchar para alisar la carretera, todo eso la dirigía yo. Me pusieron a un delineante y a esas alturas yo ya era el que me encargaba del trabajo. Llegaba el sargento con los soldados en fi la de a dos y así se distribuían las herramientas. A uno un pico y a otro una pala y a trabajar.
Allí pasamos hambre también pero al menos había muchas encinas y podíamos coger bellotas para comer. También a veces nos dejaban ir al pueblo de Facinas. Entonces lo pasábamos bien, como en el pueblo de Lesaka porque íbamos a beber unos vasos de vino, el que tenía algo con que pagar claro, el que no tenía si se podía lo invitaban y como estábamos tan desmayados de hambre nos bebíamos dos chatos y la pillábamos. Llegábamos al campamento cantando. Al campamento venían mujeres vendiendo naranjas y arenques. Nosotros les comprábamos si teníamos con que pagar y nos comíamos las naranjas con la piel y los arenques con la cabeza, la espina y todo lo que llevase, ya ves, todo lo comíamos.
Batallones disciplinarios (Esclavos del Franquismo).
fecha: Aproximadamente cuando estalló la guerra Europea.
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