Encuentro una curiosidad, un poema firmado por el pseudónimo Calaínos, en el Semanario Union de Tarifa del año 1926, en la sección Fruta del Tiempo. El poema se titula:
POR TELÉFONO
Don Carlos, santas y finas...
Sí, Calainos... Le he llamado
para evitarme el mandado,
pues le hablo de Facinas...
Con el mal tiempo reinante,
el viaje resulta ingrato.
El minúsculo aparato
que acerca la voz distante
me permite conversar
mano a mano con usted
desde aquí; y por su merced
no me tendré que mojar...
¿Pero es cierto que han comprado
ahí, en Tarifa, unos pocos
arcos voltaicos, o focos
para dar buen alumbrado?
¿Cinco focos son? ¡Rediez!...
¿Cómo?...¿Cuatro en la Alameda?...
¡Ah, claro! y uno que queda,
a la Puerta de Jerez...
Sí, señor: jamás en balde
cosa justa le he pedido,
sin ser al punto atendido.
¡Buen alcalde es nuestro alcalde!...
Con bancos en el paseo
y con luz, será muy grato
pasar por la tarde un rato
de música y charloteo...
¿Que cuál es mi parecer
sobre haber puesto a esta aldea
teléfono? Que es la idea
mejor que ha podido haber...
Ha estado muy bien, don Carlos.
Suponga la diferencia
(si de médico hay urgencia)
entre ir hasta esa, o llamarlos.
Si hacen falta medicinas,
o saber de algún pariente,
o dar un aviso urgente
deste esta pobre Facinas
que estuvo hasta ayer aislada
de España, de Andalucía
¡del mundo! pues no tenía
ni telégrafo, ni nada,
el teléfono, al momento
nos acerca a la ciudad.
¡Nos une a la Humanidad
este portentoso invento!
Bien hayan Graham Bell... y usted,
que nos trajo las gallinas.
¡No debe olvidar Facinas
tan señalada Merced!
CALAÍNOS
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